Tarde noche de lunes. El bochorno de esta Barcelona parece que empieza a desaparecer, pero fíate tú, que en cuestión de minutos nos achicharramos vivas por una repentina olísssima de calor o nos arrancará un tornado de la pantalla del ordenador y acabaremos en un cibermundo de Oz con cara de desconcierto (oye, pues eso no suena tan mal).
El viernes nos fuimos La Betty, Noelia, Marc y yo al concierto de Fangoria en Viladecans. Entre que la Betty aparcaba el coche (en una zona industrial llena de camiones con camioneros durmiendo mmmmmm) y nos orientábamos llegamos que justito empezaba. Bueno, el concierto fue espectacular, no porque sea fan absoluto idolatrador, es que se salieron del todo. Las canciones estaban repartidas en bloques de dos o tres y se iban mezclando unas con otras tipo medley. Todas eran revisiones de las canciones originales. La mejor: Miro la vida pasar mezclada con Tecnotronic (This beat is Tecnotronic). Sufrí desmayos varios y me regué a mí mismo de cerveza de la misma emoción pero es que el concierto bien merecía una lipotimia o dos. La sorpresa final: medley de "No hay nada más triste que lo tuyo" de Hidrogenesse y "Bailar para olvidar" de Las Nancys Rubias. Ahí ya es que caí redonda al suelo y tuvieron que abanicarme hasta que pude volver en sí.
Con el subidón que nos dio el megaconcierto como que no nos apetecía a Marc y a mí volver a su casa tan de sopetón. Así que la Noelia nos propuso que nos fuéramos con ella al "Depo" que había quedado allí con sus colegas. No nos lo pensamos. Durante el trayecto en el coche de la Betty íbamos escuchando un cd de música variada. Y de repente sonó una canción: abrimos las ventanillas y empezamos a cantarla a grito pelao por toda la Gran Vía entrando a Barcelona, rodeados de coches de curruquis que nos miraban sorprendidos o directamente giraban la cabeza: BRAVO SAMURAIIIIIII (SAMURAI BRAVO) BRAVO SAMURAIIIII (SAMURAI BRAVO BRAVO). Vicky Larraz inundó el coche, nuestras gargantas, así, de repente. A mí la verdad es que estas cosas suelen darme mucha vergüenza ajena pero en aquel momento me sentí muy como en esa escena final de La boda de Muriel en la que las dos amigas asoman sus cabezas por las ventanillas y empiezan a despedirse de ese pueblo que tanta rabia les da.
Llegamos a Barcelona, nos despedimos de La Betty, que no se apuntó, y cogimos el metro para irnos a L'Hospitalet City. En el "Depo" saludamos a todos los amigos y amigas de Noe, simpatiquísimos todos, como ella, y ya nos pedimos o nos invitaron a un cubatica, no recuerdo. Había en el local una exposición muy chula de dibujos muy cómic de una niña colegiala que sólo piensa en pollas. Me quedé con ganas de saber quién era el autor.
De allí y tras un par de Redbull Vodkas nos arrastraron al Salamandra, un local muy famoso en Hospitalet en el que hacen mucho concierto. La Noelia nos lo había recomendado de siempre y aunque yo no soy mucho de discoteca últimamente pues como que me gustó bastante. La música bastante bien y el local lleno pero no para acabar chafados. A saber a qué hora Marc y yo cogimos taxi y para su casa directos. Los redbules habían hecho su efecto y estaba totalmente frenético, y me dio por hablar y verlo todo muy maravilloso y abrir mucho los ojos y tragar mucha saliva. Marc me miraba como si me hubiese metido unas rayitas de farlopa a escondidas pero desmiento desde aquí que así fuera. Es mi química, que cualquier cosa que acabe en INA la desborda.
El sábado me levanté con el efecto de las INAS corriendo por las venas así que divino, ni resaca ni sueño ni nada. Aún así hicimos bondad y descansamos en casa de Marc que el sábado teníamos fiesta ElectroPerra en Poblenou.
¿Que sudeció en esa fiesta? ¿Beberíamos sólo zarzaparrilla? ¿Acabaría Marc idolatrando a ALMA X?
CONTINUARÁ...
